Si acabaras de despertarte del coma y fueras a los medios a ver qué ha pasado en el país en los últimos meses, te encontrarías con ese Yasmin «N» lo atraparon hackeando una tesis en los años 80; de modo que después de que la atraparon, culpó al plagiario, a quien no tuvo reparos en acusar de plagio a pesar de que había publicado su tesis un año antes; con lo cual decidió silenciar el escándalo con más ruido y fue a certificar su decencia, su rectitud, con un notario; con lo cual el fiscal de Chilango declaró que no, que no se disparó nada, que está impecable, aunque después dijo que siempre no, que no había certificado nada y que todo fue una confusión, y que la UNAM terminó diciendo que sí, que el copiar y pegar es clarísimo, con lo cual Yasmín “N” es una especie de no graduada, una abogado con «v», un «abogado»así como en los años 80 cuando hizo su tesis, en los puestos del metro se vendían unos casetes pirateados de la marca “Soni”.
“Entonces – te dices a ti mismo – el Yasmín debe ser de esa clase de chacalones «graduados» queque tramiten un amparo para evitar el Torito, por decir”. Pero descubres que no lo es. que ella es ministra de la Corte Suprema, y que la historia de su plagio es un maravilloso ejemplo de mucho de lo que está mal en este país, particularmente en los últimos años. ¿Por qué nos cobra el payaso?
Como el personaje en coma, creo que, eso sí, el ministro copista ofrece un muy buen ejemplo de lo que con cierta grandilocuencia llamaríamos un estrepitoso fracaso nacional. Efectivamente, tenemos un ministro que plagió, calumnió y mintió. También tenemos una presidenta que decidió darle un aval, para decir que no nos metemos en pecados juveniles, que sí apoya la Transformación y qué indigno, Sheridan. El que la atrapó, entonces.
Luego tenemos una Corte Suprema que no ha dicho una palabra y parece que no puede desestimarla: no tiene dientes, para usar el cliché. Inmediatamente tenemos la noticia de que la UNAM está igual de desdentada, que no puede revocar el título. Que esto le toca a la SEP, que nos recuerda que Leti está en la SEP.
El Dr. Patán tiene una disciplina férrea a la hora de entregar sus columnas, las cuales llegan a sus jefes a primera hora de la mañana. Así que quizás, de milagro, en el transcurso de ayer, con la columna ya entregada, la ministra copista decidió renunciar porque el presidente le hizo un llamado, porque el Supremo le plantó cara o porque Leti le revocó el título y se quedó. reducido jurídicamente a lo que ya es en los hechos: una persona que, en el mejor de los casos, llegó al Tribunal Supremo con el bachillerato. Un abogado». Lo dudo.
Te apuesto un viaje seguro en el Metro, el de la Guardia Nacional, que termina su período en la Corte Suprema, cobrando su quincena y haciendo lo que le diga el presidente.
Julio Patan
Colaborador
@juliopatan09
MAÍZ