El técnico azulgrana está en medio del fuego cruzado antes de salir a jugar este sábado a Mestalla. Esta vez la culpa la tienen dos derrotas seguidas y cuatro en los últimos dos meses. Los medios critican –con razón– el juego del equipo. La dirección del club lo defiende pero sólo a puerta cerrada. Algunos directivos hablan con quienes los escuchan. Mientras tanto, en Madrid se frotan las manos por el mal momento blaugrana. Todo ello hizo saltar a Xavi Hernández, que subió el tono de sus palabras, cansado de que duden y de que no le den confianza en su proyecto.
El técnico de Terrassa fue muy duro con el entorno, por su pesimismo en los análisis y porque, a su juicio, explica «irrealidades». “No es que tenga una obsesión, es la realidad. Recibo mensajes como si esto fuera un funeral, como si mi padre o mi madre hubieran muerto”, afirmó. Sin embargo, prefiere ver el vaso medio lleno ya que el Barça todavía aspira a los cuatro títulos esta temporada, aunque en Liga está a siete puntos del liderato y a cinco del Real Madrid y en dos (Copa y Supercopa) todavía no lo ha hecho. ganado. entró en liza. “Esa es la realidad que vivo: objetivo conseguido en la Champions, la Liga intacta… pero fuera es diferente”, lamentó.
El precedente reciente
Xavi se aferra a las dudas iniciales de la pasada temporada para confiar en que la temporada pueda acabar «excelentemente»
Xavi asegura que no entiende el fatalismo que se ha instaurado y pide calma y estabilidad. “Me refiero al ambiente, no a la afición, que está a tope y me anima”, apuntó. “Tenemos que ser más positivos, sobre todo los culés. No puede ser que los medios que están relacionados con el Barça nos dejen en la primera esquina. “Estos jugadores son vigentes campeones de Liga y merecen respeto”, pidió. En ese apartado, el técnico azulgrana no mencionó en ningún momento el mal estado de forma de ninguno de sus jugadores.
«Recibo mensajes fúnebres, pero estamos en la carrera por ganar cuatro títulos».
Al egarense no le gusta que salten las alarmas a mitad de temporada, con todo en juego. “No aprendemos”, afirmó, y puso como ejemplo la temporada pasada. “En octubre quisimos mandarlo todo a la mierda y luego la temporada acabó bien, notablemente. Hace cinco meses estábamos en una calle”, recordó el final, con la Liga y la Supercopa.
Xavi habló de los más recientes pero también pudo recordar su etapa como jugador, cuando a Rijkaard, que estaba en la cuerda floja en diciembre de 2003, y a Luis Enrique, que vivió la crisis de Anoeta en enero de 2015, se les permitió trabajar. De ahí su petición de estabilidad. “Hace un mes me dijiste si iba a ser el Ferguson del Barça. ¿Y ahora estoy en la calle? “Me voy a volver loco”, le dijo a un periodista sobre la facilidad de pasar del cielo al infierno. “El club necesita estabilidad. Es lo que veo en otros clubes. Y somos un proyecto ganador. El fútbol no tiene memoria, lo sabemos, pero hay que recordarlo. Si cada vez que hay un bache entras en una depresión profunda esto no va a empezar. No va a ser perfecto ni un lecho de rosas. Si se pierde o se empata en Valencia también hay que seguir creyendo. Y más aún en la era post-Messi y en una situación económica difícil”, razonó.
Máxima confianza
El técnico convocó en varias ocasiones al presidente Laporta, al vicepresidente Rafa Yuste y a Deco, director deportivo. Los tres son los que deciden y los tres lo apoyan.
En ese sentido, no es casualidad que el técnico haya mencionado tantas veces y recalcado que su relación con el presidente Laporta, el vicepresidente deportivo, Rafa Yuste, y Deco, director deportivo, es buena. Los tres forman la dirigencia deportiva, son ellos quienes deciden la cancha y la sustentan. Xavi se siente apoyado. “Nunca me siento solo. Primero porque tengo mi personal, entre ellos mi hermano, que es leal. Pero además el presidente nunca me ha fallado. Todo lo que me ha dicho lo ha cumplido”, reveló.
Si no te sientes solo, menos te has planteado rendirte. “No, no, al contrario. “No quiero fracasar, especialmente el club de mi vida”, concluyó.
“Si cada vez que hay un bache entras en una depresión profunda, esto nunca empezará”
Otra cosa será en junio, que es cuando llamó a todos a hacer balance, aunque tiene contrato hasta 2025, renovado hace tres meses. “Cuando termina la temporada hay que resetear y ver si se ha ganado o no. Pero ahora estoy muy bien y positivo. Hay que ser constante y tener confianza. Es hora de creer en lo que estamos haciendo. Hemos trabajado muy bien en los dos años que llevamos aquí. Lo que me sorprende es que en la primera curva la gente se baja del barco. “Veo que los medios no están unidos, como les pedí”, insistió,
El técnico admitió que lo que le pesa son las derrotas ante Madrid y Girona, no la de Amberes, intrascendente para el primer puesto y con un once de rotaciones. De ahí la importancia del duelo de este sábado ante el Valencia, donde recupera a De Jong, sin fiebre, y a Aráujo, que permaneció en la grada de Flandes. “Necesitamos puntos. «Depende de los resultados, podríamos decir adiós a la Liga», advirtió, para acabar con su visión optimista: «¿Por qué no puede ser una temporada excelente?». Depende de Mestalla.
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