La situación de emergencia por el dengue en Brasil continúa empeorando, ya que el número de fallecidos por esta enfermedad ha llegado a 94, según datos recientes del Ministerio de Salud del país vecino. Además, se están investigando 381 muertes adicionales que podrían estar relacionadas con el dengue.
La ciudad de Belo Horizonte, la capital de Minas Gerais, ha declarado una emergencia sanitaria que durará 180 días debido a la progresión de la enfermedad. Minas Gerais es el estado con mayor incidencia de casos probables de dengue, con 192.258 casos, seguido por San Pablo, el Distrito Federal de Brasilia y Paraná.
En todo Brasil, se han registrado 555.583 casos en observación, de los cuales más de 226 mil ya han sido confirmados. La vacunación contra el dengue ha comenzado en niños de 10 y 11 años en Río de Janeiro, y se ha extendido a adultos en un esfuerzo por contener la propagación de la enfermedad.
El gobierno brasileño está tomando medidas para eliminar los criaderos de mosquitos y combatir la enfermedad, especialmente entre los niños y adolescentes más afectados. Se cree que el fenómeno de El Niño y el cambio climático han contribuido al incremento de casos de dengue este año.
Mientras tanto, en Argentina, también se ha observado un brote de dengue, con un aumento significativo de casos desde diciembre pasado. En la provincia de Santa Fe, se reportó la primera muerte por dengue de este año, lo que ha generado preocupación en el país.
Con 39.544 casos de dengue registrados desde la última semana de octubre hasta la quinta semana de 2024, Argentina enfrenta un brote epidémico que abarca más de la mitad del país. A pesar de que los casos han disminuido en algunas regiones, como el Noreste, siguen aumentando en el Centro y el Noroeste.
En total, se han reportado 29 fallecimientos por dengue en Argentina, con la mayoría de los casos concentrados en las provincias del Noreste. La incidencia acumulada de casos de dengue en el país es de 86 casos cada 100.000 habitantes, lo que indica la gravedad de la situación y la necesidad de tomar medidas urgentes para controlar la enfermedad.