«Hoy es un día triste. Entran 190 personas en un ERE y esto para un pueblo y una comarca es devastador después de haber tenido una fábrica abierta durante 116 años dando trabajo a tanta gente». La alcaldesa de Vilafranca, Sílvia Colom, refleja el dolor de toda una comarca que vive preocupada por el efecto que tendrá el lento final de Marie Claire.
En pausa porque a partir de mañana solo permanecerán en la fábrica de Vilafranca 73 personas, que también se verán afectadas por un ERTE, ya que se han quedado voluntariamente a la espera de que llegue una inversión que haga de flotador económico. Con la ilusión de este rescate, también hay otros 33 empleados en Valencia y Castelló y también es recibida por la alcaldesa de Vilafranca, que espera que esta inversión «pueda hacer viable la ocupación y continuación de Marie Claire».
El futuro, en manos de una posible inversión
Es la llama que seguirá encendida en la población, el salvavidas de una nueva inyección económica, como lo fue la compra por parte de la empresa logística Think Textil en 2021 de la compañía. El plan de recuperación de la compañía se centra en encontrar una salida a todos los pasivos que acumula desde hace más de cinco años y en la externalización de determinadas líneas productivas, pero sobre todo en encontrar inversores interesados en apoyar el proyecto de relanzamiento de la compañía. marca. Todos se aferran a estos potenciales inversionistas, pero mientras existe la preocupación de cómo afectará a la región el despido masivo de la firma de lencería.
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Colom le explica la vanguardia que “desde el Ayuntamiento buscaremos la manera de impulsar un plan de reactivación económica, o fórmulas similares en los pactos territoriales para la ocupación, como dije cuando nos dijeron que esto podía terminar”. En los dos últimos meses ha habido muchos movimientos en la comarca para pedir ayuda y Colom insiste en que “queremos seguir luchando para que lleguen iniciativas y empresas al territorio, porque aquí somos y queremos vivir y trabajar”. .»
Con este propósito, Colom convocó a los alcaldes de la Comunidad Comarcal de Els Ports, ya que advierte que con el (más que posible) cierre de Marie Claire, peligra la estabilidad industrial de la zona y crece el riesgo de despoblación en Els Ports, pero también en el Baix Maestrat, el Maestrazgo y en Gúdar-Javalambre, comarcas limítrofes turolenses donde también residen trabajadores de la firma.
Queremos seguir luchando para que lleguen iniciativas y empresas al territorio, porque aquí somos y queremos vivir y trabajar aquí”.
Por eso, los alcaldes piden explorar nuevas vías de financiación y exigen que la empresa mantenga la actividad industrial en Vilafranca “cumpliendo los acuerdos firmados con la Generalitat”.
De este espíritu también ha surgido la Mesa de Vilafranca, convocada por la alcaldesa, para luchar no sólo por Marie Claire, sino también por inversiones reales en infraestructuras, sectores productivos y fomento de la ocupación en la zona. Piden diseñar un plan «sensato y viable» para promover el empleo y la actividad económica en estas localidades ya que defienden que «Vilafranca es parte de Marie Claire y Marie Claire es parte de Vilafranca».
La pérdida de peso de la industria textil
La situación de Marie Claire tiene mucho que ver con lo que viene pasando desde hace unos años en la industria de la confección valenciana. El sector textil en la Comunidad Valenciana cuenta con unas 2.400 empresas (el 15% del total español), la mayoría de pequeño tamaño, que dan empleo directo a unas 18.500 personas en los últimos años, según datos de la Seguridad Social.
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Las ventas totales de este sector supusieron un total de 1.731 millones de euros en 2022, un 3% del total de producción propia comercializada, porcentaje que incluye Marie Claire cuya fábrica en Vilafranca -y hasta hace unos años su centro logístico en Borriol- se dibuja como un punto aislado en el norte del mapa valenciano de esta industria.
El grueso del empleo del sector está en L’Alcoià-El Comtat y Vall d’Albaida, con más de 4.000 empleados, pero la relevancia de la firma de lencería que ahora tambalea en su localidad se entiende como «la base de la economía de esta localidad y su entorno», según recoge industria valenciana. Una visión territorial del mercado de trabajo, editado por Labora y coordinado por Jorge Hermosilla, de la Universidad de Valencia.
Este doble arraigo de la industria textil -en las comarcas valencianas centrales de Alicante y Valencia y en el norte de Castellón- se viene produciendo desde la primera industrialización valenciana, a principios del siglo XVII. En Els Ports y su capital, Morella, ya existía una industria textil de lana. Años más tarde, ya en el siglo XVIII, la comarca se especializó en la producción de alpargatas, mantas y tejidos de lana en localidades como Morella, El Forcall, Castellfort y Vilafranca. Aquí es donde, años más tarde, en 1907, el matrimonio fundado por Francisca Íñigo y Celestino Aznar fundó esta firma.
Con la planta de Marie Claire, Els Ports continuaba en el mapa de la industrialización valenciana como uno de los centros de especialización textil del territorio, pero su peso ha ido disminuyendo. En los últimos años, el sector manufacturero ha ido perdiendo peso y no ha recuperado los niveles anteriores a la crisis, afectado también por su exposición a la competencia internacional o la aparición de nuevos países productores.
En esta realidad también tiene mucho que ver la despoblación que sufre la zona, como insisten en destacar los alcaldes. El detalle de cómo se retroalimentan el empleo y la despoblación lo recoge Labora en otro de sus análisis territoriales sobre la industria y el empleo en la zona. Afirma que tanto Els Ports como el Baix Maestrat se caracterizan básicamente por su «estructura demográfica desigual» como consecuencia del problema de la despoblación, hecho que «condiciona el desarrollo de la propia estructura productiva e industrial que retroalimentará las diferencias de esta zona y agudizar la despoblación”. El índice de densidad de población en la región es inferior al 10% y la despoblación amenaza seriamente la continuidad socioeconómica del territorio, por lo que los expertos afirman que es «imprescindible» que se tomen medidas concretas inmediatas.
Actualmente, la tasa de paro en la comarca de Els Ports es, con datos del cuarto trimestre de 2022, del 8,8%, la más baja de la Comunidad Valenciana, con una ligera diferencia entre hombres y mujeres: representan el 8,55% y las mujeres, el 9,25 % Después de la tristeza de hoy, las cifras también serán diferentes.
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