Un gobierno incapaz de brindar seguridad a sus ciudadanos es inútil. Ese es el gobierno de Enrique Alfaro, en Jalisco. Está más preocupado y ocupado luchando contra sus oponentes políticos que contra el crimen.
Los datos son contundentes. Durante el gobierno de Alfaro, el Cártel Jalisco Nueva Generación se apoderó del estado. El área metropolitana de Guadalajara, la capital, se convirtió en escenario de enfrentamientos, ejecuciones y secuestros a plena luz del día entre bandas del crimen organizado. Puerto Vallarta recibe turismo bajo el hedor del narcotráfico que se respira por doquier. Allí asesinaron a Aristóteles Sandoval Díaz -antecesor de Alfaro- cuya ejecución permanece impune. La Plaza Andares, en Zapopan, uno de los centros comerciales más grandes y lujosos de América Latina, se convirtió en el paseo diario de los capos y escenario de sus balaceras. Y si algo faltaba, los feminicidios están fuera de control.
Cifras oficiales ubican a Jalisco como el sexto estado con más homicidios dolosos en el país. Desde 2020 hasta septiembre de 2022, aumentaron casi un 19 por ciento. Guadalajara ocupa el séptimo lugar entre las 50 ciudades prioritarias del gobierno federal, las que reciben mayor atención por sus altos niveles de violencia.
Además, Enrique Alfaro encabeza un gobierno violatorio de los Derechos Humanos. Entre 2018 y agosto de 2022 se duplicaron las violaciones a los Derechos Humanos por parte de autoridades estatales y municipales de Jalisco, según datos de la propia Secretaría General de Gobierno.
Está claro que Enrique Alfaro, el primer gobernador de Movimiento Ciudadano, ha sido incapaz de hacer un buen gobierno en materia de seguridad. Con esas credenciales, ¿pretende ser candidato presidencial?
Buen provecho
Entre la pandemia del COVID19 y el bombardeo presupuestario e ideológico de la 4T, la educación atraviesa uno de sus momentos más difíciles. Negociaciones discretas, prudentes y sin estridencias entre el SNTE y el gobierno han logrado 600.000 bases para docentes en los últimos cuatro años. El diálogo cordial y fluido del profesor Alfonso Cepeda materializó aumentos salariales sin recurrir a presiones políticas. Una relación respetuosa y profesional logra más que las manifestaciones, que fueron la constante durante décadas.
México Elije dio a conocer su más reciente evaluación de la aprobación de los gobernadores mexicanos. Mauricio Kuri, de Querétaro, ocupa el primer lugar desde hace varios meses con un índice de aprobación de 72.4 por ciento, una caída marginal de 0.4. Ricardo Gallardo Cardona, de San Luis Potosí, ha estado subiendo consistentemente con un índice de aprobación de 71.6 por ciento, un salto de 3.5 puntos. El tercer lugar lo ocupa el gobernador de Hidalgo, Julio Menchaca, con el 70,7 por ciento.
POR ALEJANDRO CACHO
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MBL
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