El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha anunciado la creación de dos nuevos territorios indígenas en el país, elevando el total de reservas creadas durante su mandato a 10. Estos nuevos territorios, la reserva Cacique Fontoura en Mato Grosso y el territorio de Aldeia Velha en Bahía, abarcarán una extensión combinada de casi 342 kilómetros cuadrados.
En un evento en Brasilia, Lula reafirmó su compromiso de crear un total de 14 territorios indígenas, pidiendo paciencia a las comunidades mientras trabaja en cumplir esta promesa. Su predecesor, Jair Bolsonaro, había favorecido el desarrollo de la Amazonía a expensas de las tierras indígenas, pero Lula ha tomado medidas para revertir esta política.
A pesar de las críticas por la lentitud en la demarcación de nuevas reservas, Lula subrayó la importancia de resolver cuestiones legales antes de autorizar más territorios. Aunque se esperaban seis territorios adicionales, el gobierno brasileño ha señalado que algunos de los planes se han visto obstaculizados por conflictos con granjeros que reclaman derechos de propiedad sobre esas tierras.
El líder indígena Dinamam Tuxá expresó su satisfacción parcial por la creación de los nuevos territorios, destacando que cada reserva es una victoria para las comunidades indígenas. A pesar de los obstáculos legales, el Supremo Tribunal de Brasil ha respaldado los derechos de las tierras indígenas, rechazando teorías que limitarían estos derechos.
Grupos defensores de los derechos indígenas han señalado la importancia de considerar la historia de expulsiones y desplazamientos forzados de las poblaciones indígenas en la lucha por la demarcación de tierras. A pesar de los desafíos, el compromiso de Lula con la protección de los territorios indígenas muestra un cambio significativo en la política ambiental de Brasil.