Hace más de un mes nadie hubiera dicho que la gigafactoría Seat-Volkswagen aparecería tan poco en escena en esta campaña. Como éxito conseguido por el actual Gobierno regional, el candidato Ximo Puig lo ha utilizado en el enfrentamiento «Volkswagen o Gürtel», pero las listas de Bildu acabaron absorbiéndolo todo y pocas banderas han levantado el PSPV o sus socios de Botànic con el logo de la multinacional alemana.
En general, si los analistas se quejan de lo poco que los candidatos han desarrollado las ideas locales, los economistas deberían levantar la mano cuando vean que poco o nada se ha escuchado sobre el modelo económico en campaña. ¿Qué Comunidad Valenciana quieren proyectar los candidatos? ¿Hacia dónde se dirige el proyecto de país que se presenta?
¿Qué Comunidad Valenciana quieren proyectar los candidatos?
Esta semana una urna gigante ha presidido diferentes puntos de Valencia, Alicante y Castelló. A iniciativa de la Fundación LAB y la Asociación Valenciana de Empresarios, “la visibilización y concienciación de la importancia” de que la Comunitat Valenciana cuente con una estrategia y orientación para posicionarse como referente nacional y europeo en materia de emprendimiento, innovación, tecnología y investigación.
Pero poco se ha hablado de I+D+i en la campaña. Sí, la reforma fiscal, la atracción de inversiones, el reto energético y la instalación de renovables, un problema que abordó en Castelló una concurrida manifestación convocada por La Unió para reivindicar un mundo rural sin la amenaza de las macroplantas. Y es que el campo, más allá de la guerra abierta del agua, también necesita respuestas.
También tasa turística o Airbnb y colindantes. Y vivienda, porque ambas ideas van juntas. Con los precios de los alquileres por las nubes, hay quien atribuye el boom de la vivienda turística libre a la subida de los alquileres, por las nubes en ciudades como Valencia o Alicante. Sin esperar un día, el todavía ministro de Vivienda y candidato Hèctor Illueca firmó ayer la resolución para la declaración de zonas de mercado residencial tensionado de la Comunidad Valenciana. La vivienda se ha ganado por derecho propio la etiqueta de tema estrella de la campaña, reivindicada por sindicatos como CCOO-PV, que ha pedido que se refuerce su papel social.
leer también
Las cifras de paro o contratación siguen sobre la mesa tras una pandemia de la que se esperaba salir mejor y salió, seguramente, solo que diferente. Pero más allá de los debates, el reto que tiene por delante la Comunitat Valenciana es enorme. Este semestre se está tramitando en la factoría de Ford en Almussafes el último ERE de la compañía. Un proceso que dejará fuera a 1.124 empleados y que anticipa un cambio de paradigma, en este sector económico y en muchos otros, clave para la economía valenciana. La industria del automóvil vuelve a ser movilidad, con el adjetivo «sostenible» siempre presente. Por culpa de Ford, y de la adjudicación eléctrica que ha hecho la dirección de la multinacional, se come a todo un sector que da empleo directo a unas 24.500 personas en la Comunidad Valenciana.
La movilidad será clave para la economía valenciana, según la producción que saldrá de la gigafábrica de baterías de Sagunt, el hito que ya se construye entre naranjos condenados a decir adiós. El próximo presidente o presidenta de la Generalitat Valenciana inaugurará en 2026 una fábrica que revolucionará el empleo en la zona, ya que no solo necesitará 3.000 trabajadores, sino que su actividad repercutirá también en proveedores e industria auxiliar. En el Camp de Morvedre hay preocupación por ver cómo afectará a la llegada del reclutadores de Seat-Volkswagen, porque aunque muchos de los especialistas vienen en avión desde Alemania, necesitarán mano de obra local. Y es difícil encontrarla hoy bien preparada.
leer también
La campaña deja propuestas económicas, pero faltan reflexiones sobre desarrollo, innovación, modelo económico. En sus programas, los partidos han dado un espacio importante a las medidas económicas: hablan del “modelo productivo de vanguardia” (Compromís), la “vía valenciana” para la transformación digital (PSPV) o el “impulso de la industria 4.0 de la Comunidad Valenciana” ( PÁGINAS).
Apuestan por un modelo de turismo sostenible, pero ya nadie renuncia a los ingresos del sol y la playa, ya que esa idea de cambio de modelo productivo que tanto resonó hace años se ha convertido ahora en “transformación”. Y no es lo mismo. funciona, no hay por qué tirarlo, vendrían a decir, aunque la tasa turística va en contra.
Sin embargo, en el sector empresarial son conscientes de las carencias y es unánime la propuesta de aumentar la productividad de la economía valenciana, un mantra repetido en todos los foros económicos. Aún con eso, los trabajadores y trabajadoras piden acabar con la precariedad y nuevas oportunidades en los próximos cuatro años en los que, quizás si, el próximo titular o titular del Consell pueda celebrar una nueva financiación autonómica.
leer también