los reina isabel ii Falleció a la edad de 96 años el 8 de septiembre en el castillo balmoral, su casa de verano en las Highlands escocesas, dejando así uno de los reinados más largos de la historia. Aunque su Salud fue motivo de preocupación en sus últimos días, la monarca se caracterizó por su fortaleza fruto, entre otras cosas, de una buena alimentación para una alimentación variada que se reveló.
Isabel II se convirtió en reina el 2 de junio de 1953 cuando solo tenia 25 añosesto después de la muerte de su padre, el rey Jorge VI. Fue coronada el 2 de junio de 1953 en la Abadía de Westminster y permaneció poco más de 70 años en el trono de Inglaterra y los países de la Commonwealth, superando los 63 a los que asistió la Reina Victoria. La supera en este aspecto. Luis XIV de Francia, conocido como el Rey Sol, quien lo fue durante 72 años.
El certificado de defunción publicado por el Registro Nacional de Escocia indica que la monarca falleció debido a su “edad avanzada” a las 15:10 horas (hora local), y apenas dos días antes de haber cumplido su último cargo oficial al nombrar a los primeros ministros para Liz Trus. Aunque sus apariciones en eventos oficiales ya habían sido limitadas antes debido a su complicado estado de salud, siempre se mostró fuerte y decidida a continuar con su labor real.
Dieta de la reina Isabel II
La longevidad de reina isabel ii Se ha atribuido a su estilo de vida en el que siempre llevó una alimentación sana y equilibrada, implicada en todo momento con el menú cambiando algunos platillos y pruebe nuevos sabores inspirados en los libros de recetas proporcionados cada semana.
Así lo reveló en una entrevista para la revista ¡Hola! el ex chef de la casa real británica, Darren MacGrady, quien detalló los hábitos alimenticios de la monarca y señaló que la mayoría de los platos que se preparaban se basaban en la cocina francés y británico. Para empezar el día tomé té negro inglés aromatizado con aceite de bergamota, sin leche y sin azúcar, acompañado de galletas.
Para el desayuno optó por cereales, yogur, tostadas y mermelada, entre sus favoritos estaba la naranja amarga de Sevilla, todo servido en el comedor privado del Palacio de Buckingham. Aunque entre los alimentos que también comía estaban el pescado y el arenque.
La hora del té no podía faltar en el itinerario de la reina y ella tenía la tradicional de hojas enteras en una tetera servida en una taza de porcelana fina. Ella lo acompañó con sándwiches y scones, así como un clásico pan inglés, aunque entre sus postres favoritos estaba el biscuit and chocolate cake, así como el el pastel de jengibre.
Para finalizar el día, durante la cena podrían cambiar los platos de carne o pescado por verduras. Le gustaba la carne de caza y venado con salsa de champiñones al whisky Era uno de sus platos favoritos. Entre los postres, las fresas de Balmoral y los duraznos cultivados en el Castillo de Windsor fueron sus mejores opciones.
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