La prensa salvadoreña vivió un ambiente hostil en 2021 con ataques, espionaje y desprestigio de la labor periodística, lo que pone en riesgo derechos fundamentales en un sistema democrático como la libertad de prensa y el acceso a la información, según un informe presentado este martes (07.26.2022). ).
El documento Libertad de prensa y acceso a la información pública en El Salvadorelaborado por el Observatorio Universitario de Derechos Humanos (OUDH) de la Universidad Jesuita Centroamericana (UCA), identifica las violaciones y dificultades vividas por los periodistas en 2021.
Ataques a la prensa, ocultamiento progresivo de información pública, espionaje e intimidación son las principales situaciones documentadas en este informe. Funcionarios del Gobierno y el propio Ejecutivo son los señalados, según el documento, por cometer la mayoría de estos ataques.
El informe indica que el ejercicio de la libertad de prensa enfrentó restricciones durante 2021, “caracterizadas por ataques a la labor periodística, falta de acceso a la información pública y espionaje”. El ataque a los periodistas “ha sido una constante durante el periodo de estudio”, dice la fuente. De igual forma, asegura el documento, “ha sido recurrente el desprestigio de periodistas y medios de comunicación que cuestionan críticamente la gestión del gobierno”.
De acuerdo con información de la Asociación de Periodistas de El Salvador (APES), entre 2019 -año en que asumió la actual Administración del presidente Nayib Bukele- y 2021 se registraron 421 ataques contra el sector periodístico. La APES informa, según el informe, que al cierre de 2019 hubo 77 casos de agresiones a periodistas, en 2020 hubo 125 violaciones y en 2021 el número de casos subió a 219. Así, el porcentaje aumenta de 2019 a 2021 fue del 184%. “Esta amalgama de hechos demuestra que existen graves afectaciones a la libertad de prensa”, subraya el texto de la OUDH.
La investigadora Carla Quinteros dijo que El Salvador se encuentra en una «fase crítica» porque hay una «criminalización y persecución» del trabajo periodístico, a través de «discursos de odio y estigmas», y ataques digitales provenientes, principalmente, de un «dispositivo gubernamental».
El informe también destaca el escaso o nulo acceso a la información pública, lo que afecta directamente a la población “ya que no puede acceder a datos o estadísticas que le permitan medir la realidad en la que vive”, dijo Quinteros. “No hay acceso a la información, por lo tanto, los periodistas no pueden generar notas periodísticas o de investigación y la población no está realmente al tanto de lo que pasa en el país y no puede ejercer su derecho a estar informado”, explicó.
Omar Serrano, vicerrector de Proyección Social de la UCA, argumentó que “sencillamente, sin información no hay participación ciudadana efectiva (…) el acceso a la información pública también permite examinar las acciones del Gobierno y constituye un base para el debate». Además, destacó que el acceso a la información “juega un papel importante en la reducción de la corrupción”.
amores (efe, el noticiero)