En estos días hay un Espectáculo en Barcelona con el sello de la niño terrible de la moda: Jean Paul Gaultier. Y precisamente el creador vino a Barcelona para hacer la presentación ante periodistas de moda, prescriptores y sociedad barcelonesa. Se nota que el diseñador francés es un enamorado de nuestro país y tiene grandes amigos en estas tierras, como Rossy de Palma, por lo que es fácil verlo disfrutando de nuestra cultura y como no, de nuestra magnífica gastronomía. Durante esos días que Jean Paul Gaultier estuvo en Barcelona eligió uno de los restaurantes más emblemáticos de la ciudad. Uno de esos proyectos gastronómicos que siguen de moda a pesar de llevar casi 30 años abierto. ¿De qué restaurante estamos hablando? Claraboya.
Tragaluz, del Grupo Tragaluz, lleva más de 30 años abierto en Barcelona y desde entonces se ha convertido en una de esas direcciones que nunca falla… Y en un restaurante icónico. Precisamente su precioso lucernario, que le da nombre, sigue siendo uno de los rincones más apetecidos de la ciudad para almorzar o cenar. Sigue estando a la moda, como Jean Paul Gaultier, en el centro de atención incluso cuando se ha retirado de esta preciosa industria. Tragaluz fue uno de los primeros del Grupo -también con presencia en Madrid-, luego le han seguido más de 20 proyectos gastronómicos… Y todos ellos, cosechando los mismos éxitos.
Situado en una preciosa calle a un paso del Paseo de Gràcia, en el Pasaje de la Concepción… Tiene la tranquilidad de un callejón, uno de los más bonitos de la zona, y la ubicación privilegiada, muy cerca de una de las principales arterias de Barcelona. Su carta fresca, sofisticada y mediterránea es perfecta para una cena en buena compañía. Como el que disfrutó el diseñador francés hace unos días para celebrar la presentación de su Espectáculo.
¿Y por qué Jean Paul Gaultier eligió este restaurante? Probablemente porque se sentiría como en casa. Nada como un restaurante donde sabes que vas a comer bien y que el servicio es bueno para disfrutar del acierto de presentar un fantástico Espectáculo. Y más en Tragaluz, que no sólo es icónico, sino también especial. Para llegar al comedor hay que pasar por la cocina… Y subir unas escaleras que conducen al segundo piso, donde se encuentra Skylight.
¿Qué podrías cenar? Quizás croquetas de bogavante, vitelo tonificado -un clásico de la cocina italiana-, tarta de tomate con tapenade, escuacquerona y albahaca, carpaccio de hinojo seco, tomate seco, burrata y aceitunas o tomates San Marzano, berenjenas asadas y pesto de semillas. Entre sus pastas destacan los pappardelle con ragú de rabo de toro o sus espaguetis a la carbonara de pato o los paccheri de salmonete. O su cotoletta de lubina con ensalada de hierbas o el solomillo a la Rossini. Sí, en Tragaluz también hay carne o pescado. ¿Veremos pronto al diseñador francés en Barcelona? Tendrás que hacer una reserva en Tragaluz para comprobarlo…