Construido en 1911, es el único faro de la capital italiana. Homenaje al embajador argentino Roberto Carlés.
Al atardecer del Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia, que conmemoró este jueves el 40 aniversario del retorno a la democracia luego de más de siete años sufridos por la peor dictadura militar que ha vivido nuestro país en su historia, se encendió el cerro de la Gianicolo el Faro de los Argentinos, que iluminaba el centro de Roma en memoria de aquella tragedia que dejó miles de muertos, desaparecidos, torturados y encarcelados.
La luz emitida por el Faro combina el verde, blanco y rojo de la bandera italiana y se esperaba que permaneciera encendida toda la noche.
Construido en 1911 con donaciones de italianos residentes en Argentina, el único Faro de Roma, “sin barcos a la vista ni brisas marinas”, reúne a quienes no quieren olvidar lo que sufrió el país y sus numerosas víctimas.
El embajador argentino Roberto Carlés presidió el saludo y afirmó en su discurso que “el retorno a la democracia nos encuentra frente a fuertes desafíos al consenso social creado desde 1983”.
Señaló que actualmente “circula con fuerza un discurso de odio que, como hemos visto en el ataque a la vida del vicepresidente, se traduce en acciones, poniendo en crisis los principios más elementales del consenso posdictadura, fundamentalmente el nunca otra vez a la violencia”.
“Este nuevo aniversario es una oportunidad para que todos renovemos nuestro compromiso con el pacto democrático, pero también para que reflexionemos sobre las razones que han llevado al malestar que sienten muchos argentinos ante las expectativas que no han podido por cumplir en estos años y que implican un fuerte desafío para la representación política”, agregó el embajador en Italia.
El diplomático argentino concluyó afirmando que “escuchar los reclamos y percibir con más detenimiento las inseguridades de nuestros pueblos es quizás la mejor manera de evitar que avancen posiciones extremas y antiliberales como las que actualmente amenazan las democracias en distintas partes del mundo”.
Memorias de Dagmar Haguelin
El embajador de Suecia en Roma envió un mensaje de solidaridad a la conmemoración en memoria de su compatriota, la joven Dagmar Haguelin, quien recibió un disparo en la cabeza en uno de los centros clandestinos de detención de desaparecidos más sangrientos, la Escuela de Mecánica de la Marina ( ESMA), de Buenos Aires.
En la conmemoración al pie del centenario Faro de los Argentinos, como se le conoce en Roma, también habló Enrico Calamai, condecorado tras la recuperación de la democracia por parte del gobierno argentino.
Calamai fue vicecónsul de Italia en Buenos Aires y gracias a su acción diplomática permitió que muchos perseguidos escaparan de la dictadura para refugiarse en Italia.
También tomaron la palabra representantes de Amnistía Internacional y de la Municipalidad de Roma, que conmemora oficialmente el lúgubre aniversario del 24 de marzo de 1976 y organiza la conmemoración junto con grupos solidarios italianos.
Este jueves en Casa Argentina de Via Veneto y el viernes en un cine del centro de Roma se proyectó la versión en español de «Argentina 1985», la película nominada al Oscar que narra el proceso de las Juntas Militares en 1985.
Roma, corresponsal
antes de Cristo