El Presidente de México convocó a una marcha para el 27 de noviembre en el marco de la presentación de su Cuarto Informe de Gobierno, la respuesta de la población que apoya su proyecto alentada por los líderes políticos logró una asistencia de más de un millón de personas, AMLO sigue siendo el mayor referente de movilización ciudadana en la historia reciente de nuestro país, puede que a sectores minoritarios no les guste en términos electorales, pero la marcha lo demuestra.
¿Y por qué esto es asunto de todos? Si bien el presidente dejó claro en la víspera de la marcha que la movilización no era una marcha en respuesta a la organizada por la derecha, ni una marcha a favor de la reforma electoral, es imposible no hacer comparaciones. AMLO llegó al poder luego de un largo proceso de concertación de un proyecto político sintetizado en el nombre de “Proyecto de Nación Alternativa”, el mecanismo para consensuar este proyecto fue una intensa gira por el país, giras permanentes en todos los municipios de México y Otro elemento que siempre estuvo presente fue establecer su posición política desde la oposición con movilizaciones. Sí, desde hace más de 12 años el movimiento que lidera AMLO hoy se moviliza en las calles del país y particularmente en la Ciudad de México.
Por eso ahora que la derecha ha descubierto la calle, se han bajado por primera vez de sus vehículos, han organizado transportes y regalado camisetas para generar homogeneidad en sus contingentes, creen que han descubierto el hilo negro. , y que su descubrimiento como buenos neoliberales les corresponde sólo a ellos. Se creyeron dueños del monopolio de la movilización por sólo dos semanas. ingenuo.
Y vendrá la lucha por la legitimidad de la calle, si la derecha regala remeras es “bueno” porque genera identidad, si la izquierda es mala porque está “uniformando” a la gente; si la derecha se moviliza en el transporte es «bueno» porque es una organización ciudadana, si la izquierda lo hace es «repugnante acarreo y corporativismo»; Si por la derecha participan funcionarios o representantes populares es “bueno” porque son acérrimos defensores de la autonomía del INE, casi “héroes”, si lo hacen por la izquierda es un “desvío inmoral de recursos”. Vendrá la disputa de las narrativas mediáticas de las buenas y legítimas marchas contra las malas e inmorales. Esperemos que ese no sea el nivel del debate.
Pero la virtud de la movilización es que iguala a los adversarios, con las poderosas fuentes de financiamiento de la derecha, no podrá apelar a ese elemento. En la calle se mide la aceptación de un proyecto político o su rechazo y ayer AMLO lo dejó claro, dio una traducción concreta a los números abstractos de las encuestas. La derecha no se ha puesto de acuerdo sobre su proyecto (si es que lo tiene) y las mayorías están con el presidente.
POR DANIEL SERRANO
LIDERAZGO POLÍTICO DE IZQUIERDA EN EDOMEX
CAMARADA
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